Cuando al llegar a la cancha vi al querido Beto Pascutti sentado en la platea presentí que algo bueno, algo distinto estaba por suceder. Si bien el primer tiempo ya había finalizado con un injustísimo uno a cero abajo, me acerqué y le pregunté como se hacía para levantar un equipo que venía de seis derrotas consecutivas. El Beto me contestó que Almagro no merecía estar perdiendo y que solo había que meterla adentro. Habíamos contabilizado seis llegadas netas de gol para el tricolor y solo dos tatengues. El Beto insistía en que Almagro había sido mucho mas que el visitante, y nosotros coincidíamos totalmente con él.
Almagro desde el comienzo empezó llevándoselo por delante al visitante. Al minuto Gerardo Rivero encontró la bocha dentro del área chica y un defensor estirándose le ahogó el primer grito de gol. Del córner recibió otro rebote fuera del área y de derecha la puso al ladito del palo derecho de Ojeda, el guardameta visitante.
Enseguidita Cayetá desborda y su centro no es conectado por poco por nuestros atacantes.
En otra Caviglia saca del arco, Cayetá la baja cerca del área rival, la aguanta para habilitar a Dos Santos que solito frente a Ojeda la tira por arriba del travesaño.
Justamente Pérez traba la pelota con todo con el defensor de camiseta número cuatro y allí ocurre lo peor de la tarde, fractura de tibia para el tricolor que deja la cancha para el ingreso de Junco, de buen partido, y luego es el 4 rival el que deja la cancha lesionado también.
Para colmo de males en la jugada posterior un desborde por la izquierda, centro pasado y dos jugadores visitantes se pelean el cabezazo, que el 8 santafecino manda al fondo del arco, sin un solo jugador de Almagro cerca de la jugada, por el lado de Lillo y Damián Nieto. Allí empezaron de vuelta los fantasmas de Platense y de los sanjuaninos.
Perdíamos pero mereciendo ganar.
Almagro sintió el golpe pero no aprovechó las ocasiones cuando primero Junco y después Rivero desperdiciaron sendos tiros libres al borde del área por foules a Cayetá, siempre movedizo y guapo. Dos Santos pescó una pelota perdida dentro del área grande intentó eludir en tres oportunidades a su rival antes de rematar directo al gol y cuando lo hizo la pifió y fue injustamente amonestado al chocar su pierna contra el defensor. Esta amarilla después le costaría mucho a Dos Santos.
Almagro era una aplanadora, llovían los córners y en doble jugada aérea primero Lobos y después Cayetá lo tuvieron de cabeza. Este recibió un excelente pase en profundidad de Rivero, le hizo un sombrero a su rival, y solo ante Ojeda la tiró por arriba. ¡Increíble!
¿Y Unión?. Nada, un solo ataque y uno a cero arriba, aunque sobre el final de la etapa una falla de Nieto permitió al siete rival -Pereyra- desbordar, tirar el centro atrás y habilitar a su goleador que la toca de taquito y rebotando en Lobos y acariciando el travesaño no entra por poco.
Así se fueron los primeros 45, seis situaciones para Almagro con efectividad cero y dos para Unión con efectividad del 50%. La tribuna popular ya insultaba al Sr. Sluga ante esta parcial derrota, y por lo visto hasta ese momento el partido tenía un solo protagonista, el elenco tricolor.
El segundo tiempo mostró más y mejor de parte de Almagro que lo buscó constantemente.
Primero Rivero desperdició un hermoso tiro libre por foul desde atrás a Cayetá que encaraba solo para rematar al borde del área. Luego de un córner Raposo -de buen partido- cabeceó solito pero mal. Al minuto Cayetá recibió un pase gol de Dos Santos -muy buen trabajo- y el arquero salvó con las piernas el empate. El próximo en perder un gol fue Mannara -la figura de Almagro-, después Rivero.
Cayetá guapeó en otra, lo tocan -penal- pero al no tirarse no lo cobran, sigue con la bocha y otra vez Ojeda desvía por arriba del travesaño lo que era el empate tricolor. Del corner dos cabezazos tricolores y cuando la pelota entraba, de chilena un defensor la saca sobre la línea ahogando nuestro grito de gol.
A esta altura era un milagro que Unión estuviera ganando.
Otra vez Dos Santos frente a Ojeda luego de hermosa jugada por izquierda desbordando y encarando hacia el centro, pero rematando otra vez alto.
Almagro era un torbellino, desbordando por izquierda con un Dos Santos inspirado, y con Mannara y Farías por derecha, con un Rivero devolviendo la pelota al pie. Hasta Raposo estaba jugando bien.
Otro corner tirado con pierna cambiada por Mannara y Gabriel lobos -de buen trabajo- de cabeza empató el partido e incentivó a la tribuna local a alentar aún mas.
Otra vez Raposo en otro corner casi la mete adentro, luego Mannara roba otra bocha en el medio y lo deja solo a Cayetá ante el arquero que nuevamente la manda al corner, del cual cabecea Nieto, pelota en el travesaño y Cayetá la manda adentro, pero era offside del goleador.
El que roba después es Rivero que lo deja otra vez solo a Cayetá y nuevamente el arquero visitante evita el gol.
Hasta que casi a los treinta una pared entre Rivero y Junco, desborde y centro a los pies de Cayetá que ahora solito por fin puede anotar y ponernos arriba en el marcador.
Casi inmediatamente nos quedamos con diez cuando Dos Santos al perder una pelota en ataque y golpear a un rival ve la segunda amarilla -esta justificada, la primera no- y se va expulsado.
Y ahora ya con cinco minutos de descuento cuando Caviglia había tirado la bocha deliberadamente afuera para posibilitar la atención de un compañero, Unión saca del costado y ante el estupor general un jugador de ellos amaga tirarla afuera y encara solo hacia el arco, casi empatando el partido en esa jugada. Lobos y todo Almagro lo fueron a insultar y se armó una gresca generalizada entre los 21 jugadores que este mal árbitro que es Jorge Valiño solucionó echando a Lobos y este pícaro tatengue.
Con nueve jugadores el tricolor siguió dominando el cotejo y una guapeada de Farías que llevó la pelota por el lateral derecho durante 60 metros a la corrida hasta sacarse de encima a su marcador, entrar solo al área y poner el centro que de palomita Junco mandó al fondo del arco sellando el tres a uno definitivo.
Terminó el partido y escuché el reportaje a Sluga. Allí recordé de nuevo la entrevista al Beto. Entre otras cosas una pregunta que le hice sobre como Tigre al ascender logró quedarse en Primera. Si era por darle continuidad a los jugadores que ascendieron. Me contestó que con un club saneado económicamente, con honestidad de los dirigentes y 15.000 hinchas atrás del equipo eso era posible.
También contestó afirmativamente a su buena relación con esta dirigencia más allá algunos viejos desencuentros con algunos, y que siempre desea trabajar en Almagro donde cosechó un ascenso, otro en la puerta, y donde tiene su corazón.
Mi deseo es que esto alguna vez también nos ocurra a nosotros. Que seamos unidos y no dispersos, sin unicistas que buscan sobreponer sus ideas o formas de pensar sin tener en cuenta al otro, purificando a Almagro de aquellos que se le acercan para exprimirlo y sacar provecho de este tan querido club, con aquellos que a pesar de las traiciones de las pasiones aman a Almagro como el Beto, y sin esos personajes que perjudicaron a Almagro, y con mucha UNION, todos juntos podemos llegar lejos y bien alto a este tradicional pero vapuleado Club Almagro.
Muy buen partido de Almagro, un triunfo justo con muy buenas actuaciones colectivas e individuales que abre una esperanza muy grande hacia el futuro si siguen jugando así.
Gracias Beto
Gracias Almagro.
Néstor
Los comentarios de la prensa:
Clarín: http://www.clarin.com/suplementos/especiales/2008/10/13/m-01780250.htm
Olé: http://www.ole.clarin.com/notas/2008/10/13/ascenso/01780454.html

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