viernes, 20 de abril de 2012

La eterna jugada


Otra vez en el monumental de Jose Ingenieros, y otra frustración de cara a tener el sueño de jugar por volver a la Nacional B.
Es que Almagro desnudó nuevamente sus falencias defensivas y ofensivas.
De entradita nomás San Telmo abrió el diccionario del futbol y buscó la jugada eterna, desborde por el lateral, centro atrás, cabezazo y gol.
El visitante pudo ponerse dos a cero tranquilamente cuando en un mano a mano la pelota le reboto a Centeno (4), en otra el palo devolvió otro mano a mano y en otra más el centrodelantero rival se engolosinó en otro mano a mano.
Almagro en esos cuarenta y cinco iniciales no contabilizaba ninguna opción clara de gol.
El Diego (7) no encontraba socios desmarcados, el negro (5) no estaba claro y al lado Farías (5) y Quiroz (4) estaban solo para la marca.
Para colmo de males los dos marcadores laterales, Rusquet (5) y Talín (4) desnudaban sus falencias defensivas y no arriesgaban nada en ataque, Lanaro (5) se esforzaba en la marca personal y le costaba, alternando buenas y otras no tan buenas, ganando eso si mucho en el juego aéreo, y Schunke (5) acompañaba en la defensa pero sin descollar.
Empezaba el segundo tiempo y todo seguía igual hasta que se vinieron los cambios, entraron Iglesias (7) y Luciano Cigno (6) quienes le cambiaron la cara al equipo.
Antes de entrar también leyeron el diccionario del futbol y copiaron la jugada que le daba la ventaja parcial al visitante, desborde de Iglesias, al fondo centro atrás, Cigno y a cobrar.
Empezó a manejar los hilos el Diego y Almagro inclinaba la cancha, se lo perdía mano a mano Becerra (5) pero también había revuelo en el área local cuando la bocha navegaba en el área de alto ante un estático Centeno, fiel a su idea de no salir a cortar los centros, amén de no haber practicado reacción alguna en el gol visitante.
Almagro empujaba, y más aun cuando San Telmo se quedaba con uno menos por expulsión de su número 5.
Empate agrio al final, que no le sirvió a ninguno de los dos, aunque quedo claro que la eterna jugada les daba un gol a cada uno y que no quisieron repetir ninguno de los dos.

martes, 10 de abril de 2012

Destruyendo la pelota

Fuimos al Monumental de Jose Ingenieros a ver al tricolor después de varias fechas, luego de unas vacaciones, con toda la palpitación a full ya que un triunfo nos ponía de cerca al último lugar del reducido.
Luego de 90 minutos de sufrir tanta torpeza hacia la mágica bocha blanca por parte de los 22 jugadores, me fui en silencio preguntándome: ¿para qué?
Ninguno de ambos equipos merece por lo visto figurar ni siquiera entre los 16 primeros del campeonato.
Es que una “clásica” del futbol es que nosotros, en el barrio, en el papi, en cualquier lado que uno juegue, quiere acariciar la bocha, tenerla, pasarla solo si no queda otra, hacer un jueguito, intentar una gambeta, una rabona si se sabe, un caño de “gastada”, no sé, algo con la bocha. Lo que nunca se nos ocurriría es tirarla lo más lejos posible por miedo a perderla, excepto para los jugadores de Almagro y Comunicaciones, sin contar al Diego (5).
El primer tiempo de Almagro fue paupérrimo, digno de no comentarse, en donde la pelota fue maltratada, reboleada, reventada a más no poder.
Dos salidas en falso de Centeno (4) permitieron dos cabezazos que no entraron por casualidad en nuestro arco.
Comunicaciones siempre fue más que Almagro, jugando mas atildadamente, sin ser nada de otro mundo mientras en Almagro apenas sobresalía de la mediocridad general Farías (5) quien cortaba pero era impreciso en las entregas.
El Diego, marcado y sin movilidad apenas puso un pase mágico, luego de una pelota robada en el medio cartero y Becerra (5) reventaba la pelota en el travesaño; antes el mismo Becerra había corajeado una pelota sobre el lateral y al entrar al área su centro lo retuvo el arquero visitante.
Almagro no mostro juego colectivo, no jugó en profundidad, no tuvo jugadas hilvanadas y se dedico a buscar los largos pelotazos o pelotas revoleadas por nuestros defensores.
Pobrísimo, mezquino al máximo y sobre todo aburridísimo.
En el complemento las cosas se abrieron un poco, empezó a gravitar Luciano Cigno (6) la figura de Almagro, y de su dinámica y desequilibrio nacerían las primeras jugadas colectivas del tricolor, aclarando que entró por la lesión de Vega al final del primer tiempo.
Fue precisamente Cigno promediando la etapa quien remató desde lejos y el arquero visitante blooper mediante se las ingenió para mandarla dentro del arco.
Uno a cero poco merecido por la creación limitada del tricolor, y Almagro que intenta ir por más con la entrada de Acuña (5), quien se pierde dos goles luego de buenas combinaciones, y después Becerra que desperdicia un mano a mano.
Comunicaciones empezaba a buscar la igualdad que consiguió en dos oportunidades por intermedio de Vacaría, quien dos veces conecto de cabeza ante la mirada espectadora de un Rouquet (4) que no atino a molestarlo, y de Centeno que se quedo en la línea cuando debía salir y que ni siquiera reaccionó ante los cabezazos, el primero anulado por offside y el segundo bien cobrado.
Con el partido igualado Almagro intento otro cambio saliendo un muy poco productivo y cansado Figueroa, y todo quedó en manos de los chicos recién ingresados que no pudieron quebrar el marcador.
Regular tarea (4) para el negro que ya no está para estos trajines a pesar de su voluntarismo, Lanaro (5) reventando pelotas a diestra y siniestra, Schunque (5) en la misma, Talín (5) poco aporto, Vega duro poco en cancha, hasta que lo lesionaron, Giusti (4) mostrando poco animo y transmitiendo desgano con su cansino andar, y en general un equipo que mostró poca creatividad, distracciones garrafales en defensa, como la del arquero Centeno y de Rouquet, jugadores desconocidos como hoy el Diego, alguna promesa como la de Cigno, y nada más.
Muy poco para pretender ilusionar a alguien con clasificar al octogonal. Más que eso, preocupante si miramos apenas ahí abajo en la tabla de promedios.
Un partido ni siquiera regular del tricolor que se fue insultado por su público, al que deberá mostrarle otra cosa si quiere comprarlo nuevamente.